Monsanto






MONSANTO es una ciudad de la llamada Raya Portuguesa. Está situada en la ladera de una escarpada montaña que  sobresale en  las Tierras de Idanha,  a 55 km de Moraleja (Cáceres). Es una freguesía de Indanha-a-Nova.

Es un pueblo cuyos restos arqueológicos nos hablan del Paleolítico, de un castro lusitano, de poblaciones romanas, de visigodos y árabes. Don Alfonso Henriques lo conquistó a los Moros y se lo donó en el siglo XII a los Templarios que construyeron el Castillo. Los siglos siguientes sufrió varios asedios y batallas en las sucesivas luchas contra el reino de León e incluso en el XVII por el duque de Berwick, sin embargo su destrucción final le vino por una explosión accidental de pólvora en el siglo XIX.

Al llegar y ante la amenaza de lluvia, lo primero que hicimos fue subir al Castillo. Para ello tuvimos que dejar el coche en uno de los dos aparcamientos que hay en la entrada y  atravesar el bonito pueblo admirando  su adaptación  a las  irregularidades del suelo sobre todo en la parte alta del acceso al Castillo.































Aquí nos encontramos una sucesión de casas que, utilizando las formaciones rocosas como estructura y algunas como tejados, le otorgan a Monsanto sus señas de identidad. Entre ellas pasamos por delante de una gruta, de  un horno comunitario y de un mirador en el que nos recreamos con las estupendas vistas.  Vemos “La Casa de una Sola Teja” que tiene como tejado una gran roca granítica. Estas formaciones rocosas son, en su mayor parte, redondeadas y algunas de verdadera magnitud. 




Siempre en suave ascenso, llegamos a la  antigua Fortaleza de Montsanto a la que se puede acceder a través de la Puerta de la Traición o de la Principal, situada cerca de la casa del Guarda con forma de “L” y arcos de vuelta perfectos.



Dentro del recinto amurallado nos encontramos un Pozo en el medio, entre la Torre del Homenaje, La Casa de los Gobernadores y La Iglesia de Santa María del Castillo que es una  reconstrucción de la antigua iglesia de los Templarios. 

Accediendo a lo alto de las murallas obtenemos una amplia vista de la comarca.






Se dice que un largo asedio musulmán hizo que los hambrientos pobladores idearan una estrategia para engañar al enemigo. Hicieron rodar cuesta abajo una ternera rellena con el último saco de trigo que les quedaba. Esto hizo que el invasor terminara  con el cerco ante tal demostración de abundancia. Todos los meses de Mayo se celebra la Fiesta de Santa Cruz con música y cantos para conmemorar la victoria en este cerco.

Saliendo del recinto tenemos la Capilla de San Juan, de la que solamente queda un arco  y la románica Capilla de San Miguel con varias tumbas alrededor excavadas en la roca. También quedan las ruinas de la Torre del Peón, antiguo punto de vigía de la época medieval (sigloXII).
















Y por aquí cruza un sendero GR divertido que  discurre entre rocas y me hubiera gustado hacer de disponer de tiempo.







Bajando de nuevo al pueblo hacemos  un recorrido urbano en el que pasamos por varias casas del siglo XVIII, como la actual Oficina de turismo, también por la casa donde el famoso médico y escritor Fernando Namora tuvo su consultorio. Estuvimos en una terraza con unas vistas impresionantes y desde la que se veía una enorme roca emergiendo desde el interior del tejado de una casa.



Llegamos a La Torre Lucano o del Reloj con el Gallo plateado, réplica del de plata y símbolo de la atribución del título a Monsanto de “Pueblo más Portugués de Portugal”



a la Plaza de la Misericordia donde se encuentra la Iglesia del mismo nombre, la Picota y la Antigua Capilla del Socorro


Más adelante nos encontramos la Iglesia de San Salvador, y bajando por una bonita calle con tejados de piedra al alcance de la mano y callejones adornados con gran variedad de  plantas y flores, llegamos hasta una de las dos puertas de entrada, la del Espíritu Santo o de San Sebastián.



Se llegaba la hora de la comida y en Monsanto había varios restaurantes con muy buena pinta, pero como queríamos acercarnos a ver Penha García, elegimos uno que nos quedaba en el camino donde comimos  el habitual arroz caldoso y varias clases de bacalao, como el dorado y el asado al horno.



7 comentarios:

  1. Me lo guardo para visitarlo, parece precioso! Gracias por compartir

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  2. Guao! como decimos por acá en Ecuador ¡Qué hermosa ciudad carajo! :) Fotos increíbles, una bellezaaaaaa! Gracias por darnos el gusto de leer este post!! Saludotes!

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  3. Gracias a vosotros!! Son muy estimulantes comentarios como los vuestros!

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  4. Parece de cuento. ¿De verdad eso existe? ¡Cuántos rincones por descubrir!

    Saludos :)

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  5. Precioso lugar!!! y fotografías increíbles. comparto algunas fotos por tumblr ;)

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  6. Muchas gracias a vosotros por comentar y me alegro que os haya gustado.
    Hace un momento comentaba con otra compañera que hay sitios al lado nuestro interesantísimos y que desconocemos. Lo que dice Enrique ¡Cuánto rincón por descubrir!

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  7. Preciosa publicación, iremos en breve.

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