Cangas
de Onís es uno de los 78 concejos en que se divide Asturias. Se convirtió en la
primera capital al establecer aquí su corte Don Pelayo tras la batalla de
Covadonga . Hoy es una villa muy acogedora que recibe muchos visitantes que se
acercan al Parque Natural de Los Picos de Europa, al Santuario de Covadonga o a Los
Lagos.
Tras
realizar la Ruta del Cares vinimos aquí
en busca del área de autocaravanas, El
LLerau (N 43º 21' 7'' / W 5º 7' 31''). Está situada
muy céntrica, al lado de la estación de autobuses y de un bonito paseo fluvial.
Solamente tiene cuatro plazas y la
policía se presentó para decirnos que no se podía aparcar fuera de ellas ,
salvo multa de 200 euros. Nos sugirió que podíamos hacerlo en una explanada que había al
lado para camiones y autobuses. No se entiende muy bien, puesto que el
aparcamiento es grandísimo y estaba prácticamente vacío, pero no nos podemos
quejar, teníamos área y dónde pernoctar.
Dejamos aparcada la autocaravana y fuimos a ver el icono de la
ciudad convertido ya en uno de los símbolos de Asturias: El Puente Romano, también llamado el Puentón o
Puente Vieyu (Viejo) y sin embargo es
medieval. Se dice que probablemente se restauró un puente romano anterior, porque se conoce
la existencia de una calzada romana que unía Asturias con Cantabria.
Del arco central cuelga una reproducción de la Cruz de la Victoria,
donada por Alfonso III el Magno a la Catedral de San Salvador de Oviedo. La
tradición decía que la cruz de madera que se encuentra en su interior fue la
que Don Pelayo blandió contra los musulmanes en la Batalla de Covadonga. El carbono 14 desmintió tal tradición.
Vista desde el Puente Romano |
Caminando por el casco urbano, y después de comprar un surtido de
quesos en las variadas tiendas de productos asturianos de la Avenida de
Covadonga, llegamos a la Iglesia Parroquial donde nos llama la atención la torre-
campanario de tres pisos con forma de
espadaña. Sobre el arco de entrada se encuentra el escudo de la ciudad (el
Puente Romano con la Cruz de la Victoria).
Enfrente de la Iglesia y en el centro de un jardín se encuentra la escultura de Don Pelayo, primer rey de Asturias como dice la inscripción, obra
del escultor Félix Alonso.
Habíamos quedado con nuestros amigos de Pinofranqueado, y nos
fuimos con ellos a hacer una de las mejores cosas que se puede hacer en
cualquier rincón asturiano: ir de sidrerías. Constituyen una verdadera red
social muy animada donde se dan cita asturianos y visitantes.
Al día siguiente era domingo, día de mercado y como nos encanta
comprar y degustar productos de la zona, nos fuimos para allá. Se monta en las
inmediaciones de la plaza de la Iglesia, concretamente en la Calle del Mercado
y su continuación: la Calle San Pelayo.
Tiene unos soportales cuyos pilares recuerdan
a los de los hórreos, y en ellos se sitúan puestos de verduras frescas cogidas de la
huerta, de quesos artesanales de producción propia o de cereales y harinas entre otros.
Después de comprar quesos nuevamente, y unas ricas roscas de pan, nos vamos caminando
hasta la Oficina de Turismo, situada cerca del Puente Romano en una llamativa casa
roja de estilo indiano, en la que tienen también la exposición “Cangas de Onís, Puerta de los
Picos de Europa”.
Se llama Casa Riera porque fue propiedad del doctor Riera, pero la
construyó a principios de siglo la familia Garro después de emigrar a Méjico. Octavio Paz estaba casado con una hija de la familia y se inspiró en esta casa para
escribir su novela “La casa junto al río”.
Está rodeada de un parque en la margen derecha del río Sella y
paseando por él se pueden ver las numerosas canoas que hacen el descenso.
En este
punto es donde desemboca el río Güeña y el tiempo y el entorno invitan a pasear. Tras cruzar un puente de madera
nos vamos en busca de la capilla y dolmen de la Santa Cruz.
Esta capilla la mandó construir Favila, hijo de don Pelayo para
venerar la Santa Cruz que enarboló su padre y que pasó a llamarse Cruz de la Victoria.
Durante siglos se pensó que estaba allí enterrado su fundador, pero con las
excavaciones se descubrió que la Capilla había sido construida sobre una tumba
prehistórica (túmulo artificial cubriendo un dolmen).
Desde el interior de la
capilla se puede ver este dolmen que posee decoraciones y pinturas grabadas.
Volvimos de nuevo al paseo fluvial y caminando por él fuimos en
busca de la autocaravana para acercarnos a Ribadesella.
Un pueblo muy bonito de Asturias y desde el que además se llega muy rápidamente a los Lagos de Covadonga. Además se come muy bien. Yo estuve alojado varios días aquí y lo recomiendo!
ResponderEliminarY tanto que se come bien! Había unos menús estupendos y con precios increíbles. Gracias por compartir tu opinión. Un saludo!
EliminarPero que arte con la sidra! Estupenda información y post. Un placer salir de paseo con vosotros, aunque sea virtual. Gracias!
ResponderEliminarGracias! Sí, eso parece pero...no.Lo que sí es cierto es que estaba buenísima! Un abrazo!
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