Con el arte en sus calles
Situado en la Sierra de Francia salmantina, no se accede a él
por las conocidas rutas turísticas. Yo volví a este atractivo pueblo serrano para realizar el "Camino del Agua", entre sus bosques umbríos y decorados con varias esculturas artísticas.
No lo hacía desde que me acercaba con
mis primas, hace ya tiempo, desde el vecino Sequeros, a buscar hilos de colores
para bordar de buena calidad y buen
precio. Recuerdo la pequeña y antigua tienda en la que no quedaba un hueco libre
por llenar. Los artículos de lo más variados, estaban apilados por todas
partes y hasta del techo colgaban formando un escenario ajeno al paso del
tiempo. Un decorado antiguo pero real.
Esta vez la sorpresa no me la llevé de ningún comercio, sino de las fachadas de su típica arquitectura que ha sabido conservar muy bien, al igual que
sus tradiciones, costumbres o trajes (vestimentas serranas que se podían ver
por la calle hasta hace bien poco y que ahora reservan para los días de fiesta)
Como muchos de los pueblos de la Sierra de Francia tiene un
pasado judío que le confiere, quizá, ese peculiar urbanismo con estrechas
calles, pasadizos y callejones sin salida. Las viviendas están hechas de granito
en la parte inferior y adobe o piedra con madera en los pisos superiores. Sus fachadas
están entramadas con vigas de madera.
Pero lo que llama la atención en él, es
que se ha convertido en una gigantesca sala de exposiciones. Sus fachadas
están decoradas con los retratos de sus propietarios o antiguos moradores.
El pintor mogarreño Florencio Maillo ha sido el autor de esta
exposición, RETRATA2-388, en la que ha distribuido por
las fachadas de las casas de su pueblo un instante de su niñez, el de 1967, en el
que el fotógrafo Alejandro Marín hizo los retratos de 388 habitantes con la
intención de que no tuvieran que desplazarse a Béjar para renovar sus carnets.
“He regresado a la época de mi
infancia, para recordar a mucha gente, incluso a mí mismo. Se trata de mi obra
más ‘rara’, porque incluso el escenario lo es, pero el hecho de poder recordar
la memoria de mi pueblo hace que los que vivimos estemos implicados en cultivar
la memoria de lo que éramos” (Florencio Maillo)
El
soporte que ha empleado es la chapa y los retratos están hechos a la encáustica,
técnica que empleaban ya en la antigüedad los romanos y egipcios, consistente en
utilizar cera como aglutinante de los pigmentos de colores por su
impermeabilidad y sus excelentes resultados de conservación.
Ahora
esos retratos nos presentan a sus personajes tal y como eran en 1967.
Sorprenden y llaman nuestra atención y no pocos producen cierta inquietud.
"Los he
pintado con dos condicionantes: con la suerte de tener viva la expresión de
esos ojos que miran la cámara de Alejandro Martín y con el recuerdo que les
tenía, ya que, entonces, yo era un niño de cinco años" (Florencio Maillo)
Recorriendo estas calles de la villa con abundantes fuentes
y bonitos balcones forjados, no solo nos paramos a contemplar las inscripciones , relieves religiosos y
blasones de los dinteles de puertas y ventanas; ahora también nos detenemos,
como si de un pasillo de museo se tratara, a contemplar los rostros que conforman
una buena exposición o testimonio de peinados,
vestimenta y joyas serranas de la época.
Y la Ermita del
Humilladero del siglo XVIII.
Y ya de paso, si nos acercarnos a una de las entradas del pueblo, nos encontramos con el Calvario formado por unas cuantas cruces de granito.
Esta exposición no es permanente. Termina el 30 de Noviembre
Me ha gustado muchísimo esta entrada, el pintoresco pueblo pero, sobre todo, la exposición del pintor Florencio Maíllo. Verdaderamente llama la atención y sí, resulta más que inquietante, pero me parece una idea magnífica y original que da a las viviendas y a todo el lugar un aire completamente diferente.
ResponderEliminarSaludos viajeros.
No deja de ser una exposición sorprendente. Si la encontráramos en un museo no nos llamaría tanto la atención. Y por otra parte, al ser única, le hace al pueblo diferenciarse.
EliminarGracias por pasaros por aquí, viajeros!!
En este pueblo hay un restaurante con unas vistas magnificas de la Sierra de Francia. La rutita del Camino del Agua muy curiosa y bonita
ResponderEliminarQue pueblo más original, gracias por darle a conocer.
ResponderEliminarSí. las vistas y el entorno es muy bonito.
ResponderEliminarEl Camino del Agua lo tengo que subir al blog porque ahora en otoño está precioso.
Gracias por pasaros por aquí!
Qué buena la idea la exposición, me ha sorprendido gratamente. Gracias por los paseos, un abrazo!
ResponderEliminarUn abrazo Sandra!
EliminarA mi me sorprendió también mucho el pueblo, lo conocí en una ruta de bici de montaña k iba uniendo estos pueblos de la Sierra de Francia, y llegué a él por el sendero de la Luz,muy original con sus esculturas, al principio no sabía nada y cuando de repente me encuentro una puerta de metal anclada al suelo...jajaja. Muy recomendable, a mi me gustó mucho también Miranda del Castañar.
ResponderEliminarsigo tu Blog. Muy chulo
Gracias Miguel por tu comentario. El sendero de la Luz no lo conozco. Tengo pendientes varias rutas de senderismo por la zona. La bicicleta la uso poco y no debería porque se pueden hacer recorridos más largos.
EliminarTambién he estado ojeando tu blog y me gusta!
Las fotos maravillosas !!! estupendo lugar , bella arquitectura ... estupendos esas calles angostas , pero sin lugar a dudas lo más sorprendente las paredes con los retratos de sus propietarios o antiguos moradores , me sorprendió !!!!!!
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