Siguiendo con nuestro recorrido por Barcelona, abandonamos la zona de la antigua ciudad romana y, cruzando la
Via Laietana, nos dirigimos hacia
la Basílica de Santa María del Mar
por la calle de la Platería. Esta
calle fue cuna, a través de la desaparecida sala Zeleste, de un movimiento musical conocido como Rock Layetano, allá por los años 70.
Entre puestos de artesanía a la entrada y tiendas de aire retro llegamos a la plaza de Santa María. Tanto la calle como la plaza estaban muy transitadas.
Lo primero que
encontramos en ella es una fuente gótica
de tres caños del siglo del siglo XV.
Nos hubiera gustado tomar un café en alguna de las terrazas
situadas frente a la basílica pero no había un sitio libre y tuvimos que
conformarnos con tomarlo en el interior de un bar. Esto nos dio la oportunidad
de conocer la bonita calle medieval que se encuentra por detrás de la plaza.
La entrada en la
Basílica no es gratuita como anuncian, pero era de esperar que las visitas aumentaran después de la publicación de la famosa novela de Ildefonso Falcones: La catedral del
Mar, ambientada en estos escenarios.
Su origen está en una necrópolis cristiana donde fue enterrada Santa Eulalia en 303 con una primera capilla que, al principio se conocia como Santa María de las Arenas y que fue ampliándose. En el siglo XIII y debido al crecimiento de la ciudad se hizo necesario un templo mayor. Fue en 1329 cuando se puso la primera piedra. Construida con el estilo gótico catalán se le llama también La Catedral
de la Ribera, porque fueron los feligreses
del barrio de la Ribera los que sufragaron con dinero o trabajo la construcción.
Por fuera destaca su enorme rosetón enmarcado entre dos
torres octogonales y el interior está
formado por tres naves de gran altura formadas
por 16 columnas octogonales.
Se dice que la armonía viene dada porque las naves
laterales tienen la mitad de altura que la central y el ancho del conjunto, la
misma medida que la altura de las naves laterales. Lo cierto es que resulta una
basílica sencilla y bonita.
No tiene crucero y en el deambulatorio se puede subir a las
galerías situadas encima de las capillas laterales.
A la salida del templo seguimos el perímetro por la calle de Santa María y nos encontramos
el Fossar de les Moreres, cementerio
donde fueron enterrados los defensores de Barcelona durante el sitio de 1714.
Una escultura y una placa lo conmemoran.
También pasamos por otra puerta de la Basílica construida en
el siglo XVI.
Nos encontramos en el Passeig
del Born. El ambiente y el lugar es muy atractivo así es que no nos
limitamos a pasear por él. Nos adentramos y curioseamos en sus callejuelas con
edificios de aspecto antiguo pero con vida.
"Born" significa justa
a caballo” y eso es lo que se
realizaba en esta plaza de la Ribera en los siglos del XIII al XV, además de
otros torneos y fiestas populares. A partir del siglo XVIII pasó a ser zona de mercado y una parte activa y dinámica de
Barcelona.
Al final del paseo se encuentra el Mercado de Abastos del Born y hacia allí nos dirigimos. Es un
edificio de estructura metálica y vidrio de la segunda mitad del siglo XIX
convertido ahora en un Centro Cultural.
Bajo sus cimientos se ha descubierto cómo era la ciudad
antes de 1700. En los inicios del XVIII terminada la guerra de Sucesión, gran
parte de la ciudad Condal fue derribada para la construcción de una fortaleza
militar y de una explanada defensiva, en la que luego se colocó el Mercado de
Abastos.
El acceso al yacimiento arqueológico es gratuito y la
exposición Barcelona 1700, de las
piedras a las personas, está organizado en torno a cinco ámbitos: La gran casa, La ciudad próspera, La vida cotidiana,
La ciudad mutilada y La ciudad rehecha.
De vuelta de nuevo al paseo
seguimos disfrutando de sus calles y al llegar a la calle Montcada, en la trasera de Santa María, nos encontramos una gran
cola de gente. Era para entrar al museo
de Picasso en el Palau Aguilar. Es uno de los muchos palacios que hay en esta calle como el de los Marqueses de Llió o la Casa Dalmases, típicamente barroca y en
la que nos sorprendió ver que ofrecían un espectáculo flamenco.
Queríamos volver a Las Ramblas para terminar de hacer su recorrido así es que callejeando por el barrio gótico, nos encontramos una escultura surrealista en la Plaza de George Orwell,
pasamos por la animada Plaza Real porticada y con terrazas
y llegamos a la Rambla donde la dejamos, en la Plaza de la Boquería, confluencia de cuatro calles con edificios de distintos estilos.
Cruzamos la Plaza justo por el mosaico en el suelo de Joan Miró, y hacemos una pequeña incursión en el barrio del Raval entrando por la calle Hospital. En este barrio conviven hoy muchas culturas distintas y en el pasado se establecieron aquí muchos hospitales e instituciones de caridad.
Pasamos por la Plaza y la iglesia de San Agustín. Esta última es lo que queda del convento y el aspecto inusual de su fachada es porque está inacabada. El convento sirvió de cuartel durante la ocupación francesa y fue saqueado y quemado durante la guerra civil.
En nuestro recorrido vemos la
puerta de la Iglesia del Hospital de la
Santa Creu, hoy convertido en la Biblioteca
de Cataluña. Nos fuimos de allí sin ver el antiguo hospital medieval , uno
de los mejores edificios del gótico catalán y al que se accede por una calle
paralela.

De nuevo en Las Ramblas pasamos por el Gran Teatro del Liceo entre pintores exponiendo sus cuadros y ya al final, con la estatua de Colón de fondo, pasamos entre puestos de artesanía.
Dejamos para otro día el
paseo por esta Puerta de la Pau, que así se llamó a la puerta que abrieron en la
muralla para el acceso a los embarcaderos, y el paseo por la zona marítima,
para acercarnos a ver Las Reials
Drassanes (Atarazanas Reales) declarado Monumento Histórico Artístico
Fue una visita que nos
encantó. Estuvimos mirando un buen rato, con minuciosidad, los talleres que
están a la vista a través de grandes ventanales. Después nos dimos cuenta que se podía entrar dentro.
El acceso al Museo es gratuito por estar aún inacabado.
En la entrada tienen una réplica del submarino Ictineo I y de una cabina de mando. En el interior de las
instalaciones, maquetas del antiguo Puerto de Barcelona y objetos de navegación.
Estar dentro del museo, debajo de las naves góticas, donde los maestros carpinteros trabajaban en la flota; es extraordinario. Es una pena que mi máquina no realizara buenas fotografías en interiores o con poca luz.
Las Reales Atarazanas fueron creadas por Pedro III el Grande a finales del siglo XIII, para la construcción y
mantenimiento de galeras al servicio de
la Corona de Aragón y
ampliadas y reformadas a lo largo de los
siglos. La mayor parte del edificio actual fue construido durante el siglo XVI
y a partir de 1745 las Atarazanas se convirtieron en maestranza y parque de
artillería.
Las actuales no son las primeras que se levantaron. El edificio
medieval estaba más cerca del mar y las actividades navales se extendían más
allá del edificio, lo que era conocido como “campo de las Atarazanas”
También se ha descubierto bajo las Atarazanas una necrópolisis romana que ha permitido
aumentar la información sobre la Barcino romana.
En el museo se exhiben naves, veleros y calafates pero en el
centro de toda la exposición y ocupando
toda la nave central, hay una réplica impresionante de la Galera Real de Don Juan de Austria. Capitaneó a la Santa Liga
frente al Imperio Otomano en la Batalla de Lepanto.
Es la joya de la exposición con 50 metros de eslora y 6,2 de manga. La proa está adornada con Neptuno cabalgando sobre un delfín y la popa con tres linternas que simbolizan las tres virtudes teologales: la Fe, la Esperanza y la Caridad.
Es la joya de la exposición con 50 metros de eslora y 6,2 de manga. La proa está adornada con Neptuno cabalgando sobre un delfín y la popa con tres linternas que simbolizan las tres virtudes teologales: la Fe, la Esperanza y la Caridad.
En el museo, además de maquetas de todo tipo de navíos, hay
una exposición que con el nombre Viatge Mar Enllá ( Viaje Mar Adentro)
nos muestra lo que significa viajar en barco en diferentes épocas y circunstancias.
La exposición nos muestra desde las causas que llevan a embarcarse y los preparativos del viaje, hasta lo que
supone vivir en el barco y llegar a un nuevo mundo.
“Viajar ha sido una actividad intrínseca a las personas que, desde los inicios de la Historia, han partido en busca de nuevos horizontes por descubrir, un lugar donde vivir, donde trabajar, donde comerciar…”
Esta exposición nos encantó y es muy recomendable. Con ella dimos por finalizado el recorrido del día por la ciudad. Cogiendo
el metro fuimos a Glorias, donde el tranvía nos llevó hasta el aparcamiento de la autocaravana. Al día siguiente seguiríamos recorriendo esta "joya del Mediterraneo" que es Barcelona.
Aquí, la primera parte del recorrido
Aquí, la primera parte del recorrido
Que buen recorridos, fíjate que soy de Barcelona y no he visitado alguno de ellos...
ResponderEliminarSuele pasar que lo que tenemos más cerca le prestemos menos atención! Gracias por pasarte por aquí!
EliminarPara mi la mejor zona de Barcelona sin duda
ResponderEliminarSí. Es una zona bonita y además con mucha vida!!
EliminarHola Rosamaría. Soy yo la que te agradece tus bonitas palabras. Me alegro mucho que hayas disfrutado leyendo, no puedo pedir nada más.
ResponderEliminarUn abrazo y gracias de nuevo!!
Qué bonita nuestra ciudad!!! Espero que hayais disfrutado :) Me apunto también alguna visita que tenemos pendiente ;) Un saludo!!!
ResponderEliminarClaro que disfrutamos! Estuvimos un par de día más pero tenemos que volver. Barcelona lo merece!
EliminarUn saludo viajeros!
Estupendo recorrido, nosotros estuvimos el año pasado en Barcelona y la disfrutamos enormemente. Una ciudad cosmopolita y con muchas caras. Una de las rutas que más nos gustó precisamente fue la que dedicamos a la zona del Born que mostráis en esta entrada así como la Iglesia de Santa María del Mar, tan especial, y eso que yo no me he leído el libro que la ha hecho tan famosa. He disfrutado mucho recordándolo con vuestras palabras. Un abrazo.
ResponderEliminarPrecisamente leyendo vuestras entradas de Barcelona me entraron ganas de volver. Lo que dices es cierto, Barcelona tiene muchas caras y no será la última vez que vaya por allí. Gracias por tu comentario.
EliminarUn abrazo viajeros!!
Pateadora, qué bien me lo he pasado recorriendo de nuevo Barcelona en tus zapatos. ¿Hacen pagar en Santa Maria del Mar? Esta Barcelona... ainxsss! Saludos Pilar, gracias por el entretenido y didáctico paseo.
ResponderEliminarGracias a ti por tu comentario! Me encanta que vengas a pasear conmigo ¡ y encima por tu ciudad!
EliminarUn abrazo viajera!