Esquiando en San Isidro y conociendo Boñar y el Pantano de Porma

Nuestra intención era esquiar por las mañanas en la estación invernal de San Isidro y por las tardes conocer lugares cercanos de León como el Pantano de Porma, Boñar, Vegacervera, Astorga…

Como nos pilla de camino, empezamos visitando Boñar.

Boñar  

Salimos el viernes a las 16 horas y llegamos allí a las 19 horas. Parte del municipio pertenece a los Picos de Europa y parte al Pantano del Porma.

Dice un dicho popular:

“Dos cosas tiene Boñar, que no tiene León: el maragato en la torre , y en la plaza, el negrillón”

El maragato es el hombre de madera situado al lado de las campanas de la torre y haciendo el efecto de tocarlas. El reloj de la torre, que ha vuelto a sonar, es de 1861  y fue regalo del marqués de Astorga. Por lo visto, se encarga de su mantenimiento el mismo relojero que cuida el de la Puerta del Sol de Madrid. El Negriñón, un árbol  alto y seco de 450 años, es el símbolo de esta villa y el que da nombre a la Plaza: Plaza del Negriñón.

Compramos los dulces típicos de Boñar: los Nicanores. Son unos hojaldres  de mantequilla con azúcar glass por encima, deliciosos. También compramos otros de otra marca que estaban aún mejor.

Salimos dirección Puebla de Lillo y pasamos por el pantano de Porma.

Pantano de Porma

Desde 1969 dejó inundados varios pueblos. La carretera que lo bordea tiene numerosos miradores desde los que contemplar la belleza del paisaje. Está situado en un valle precioso en las estribaciones de la cornisa cantábrica. Las montañas forman una especie de circo en torno a él y algunas cumbres están coronadas de nieve. Casi todo pertenece al término de Boñar .

 Pasamos por Puebla de Lillo a las 8,30. No vemos a nadie por la calle y como estábamos aproximadamente a 20 kilómetros de la estación, decidimos subir a Isoba a dormir. 

Estación de San Isidro

Una vez allí, preferimos subir hasta las pistas del Circo de Cebolledo para poder salir al día siguiente con los esquíes puestos de la auto. Pasamos la noche tranquilos junto a otra autocaravana de Galicia, la única que vimos en todo el viaje.

El día siguiente amaneció soleado y a las 9 ya estábamos sacando los forfaits.

         

La estación es pequeña y la recorrimos toda esquiándo. Nos quitamos el mono de esquí acompañados de un tiempo estupendo y como estaba despejado, las  vistas desde lo alto eran inmejorables. 

A las 12 la nieve comenzó a ponerse blanda o como se dice en el argot "nieve primavera" pero aguantamos hasta las dos y media.

Después de comer y ducharnos, volvemos de nuevo a pasar por el Pantano de Porma para ir a Vegacervera.