Continuando con nuestro deseo de
conocer los principales enclaves fronterizos,
nos vamos esta vez a Valencia de Alcántara, al suroeste de Cáceres y a tan solo
12 kilómetros de Portugal. Queríamos conocer el conjunto megalítico y el legado de las diversas culturas que aquí
convivieron.
Al pasar por el Puente de Alcántara nos entretuvimos probando la
famosa “mormentera”, postre de origen árabe y cuya fiesta estaban celebrando. Cuando
llegamos a la villa, los edificios que queríamos visitar estaban a punto de
cerrar así es que nos fuimos a ver los dólmenes.
Los dólmenes son monumentos
funerarios para el enterramiento mediante inhumación, por ello se han
encontrado, en ocasiones, restos intactos y objetos del difunto como puntas de
flecha o lanzas. Estas estructuras fueron construidas durante el Neolítico y Calcolítico
y consisten por lo general en varias losas de granito, otras veces pizarras hincadas
verticalmente sobre el suelo y cubiertas con otra losa de forma horizontal. Se
forma así una cámara que se cubría posteriormente con piedras y tierra, dejando
a la vista solamente la piedra superior, formando una especie de túmulo.
Hay dólmenes que conectan con el
exterior mediante un pasillo de piedras o tumba de corredor. Suelen estar
orientados hacia el este, hacia el amanecer, como señal de renovación de la
vida. Durante mucho tiempo, la gente pensó que estaban hechos por seres sobrenaturales
o que encerraban tesoros por lo que fueron frecuentemente saqueados.
En este término de Valencia de
Alcántara se encuentran una treintena de dólmenes de granito y ocho de pizarra, formando un catálogo que ha sido declarado Bien de Interés Cultural con la
categoría de Recinto Megalítico por ser el mayor y mejor conservado de Europa.
Megalito viene del griego: mega=grande y lithos=piedra
Nos acercamos a la Oficina de Turismo para pedir información de las diversas rutas senderistas organizadas
para su visita. Nos dieron el plano de una de las rutas, la número 5, en la que
se ven 5 dólmenes en un recorrido aproximado de una hora.
Cogimos la autocaravana y por la
Nacional 521, dirección Portugal, sale a la izquierda un desvío que nos lleva a
Aceña de la Borrega, población donde se encuentra la ruta. Aquí, al lado de la
iglesia, sale una pista de tierra apisonada que discurre entre alcornocales. Hay que seguirla hasta el final y aparcar allí.
Unos metros antes, sale a la
izquierda una pista, con una piedra con el nº 5, que hay que tomar para ver a
400 metros, el primer dolmen: El Mellizo.
Es el que se conoce más antiguamente en Valencia de Alcántara y se le denomina también Aceña Borrega, Anta de la
Marquesa y Data III. Está situado en un alto u otero cerca de la formación
granítica de la Sierra de Jola y es uno de los pocos que conserva la cubierta
de la cámara. Esta cámara mide 3m x 3,60m.
Fue excavado en 1985 por P. Bueno
Ramírez y aunque fue saqueado se encontraron restos que hoy están en el
Museo de Cáceres, como flechas y restos de cerámica.
Es difícil describir el sentimiento que produce contemplar estas construcciones de nuestros antepasados remotos ¿Como levantaban las piedras? ¿Pensaban que había otra vida después de la muerte y por eso los enterraban con sus enseres? ¿que rituales seguían? ¿como vivían?
Continuando por este camino entre
fincas de alcornoques se llega a campo abierto y sobre un fondo granítico vemos
ya el denominados Data I.
Aquí la vista de la campiña es amplia
y magnífica.
A pocos metros más arriba y
entre dos árboles secos, a modo de mudos vigilantes, se encuentra el tercer dolmen, el
Data II.
De vuelta al lugar donde dejamos
aparcada la autocaravana, pasamos de nuevo por el primer dolmen entre
pacas de paja.
Ahora continuamos por el camino
que sale a la derecha, con la piedra del nº 8 y a 800 metros nos encontramos
los otros dólmenes.
El primero de ellos: el Cajirón I.
Se trata de una cámara ( 3m de diámetro) de corredor corto y sin cámara de
cubierta, aunque en la excavación por P. Bueno Ramírez se encontraba desplazada
y tenía siete ortostatos (piedras hincadas). Se encuentra peor conservado que
el del Mellizo pero encontraron en él fragmentos de cerámica decorados que pueden
indicar la existencia de un poblado próximo.
A 300 metros y formando una
necrópolis de dos sepulcros, nos encontramos El Cajirón II.
En la restauración
en los años 90 de Enríquez y Carrasco se recuperó la cámara, el corredor y el
atrio. Recuperaron parte del túmulo que estaba formado por piedras de contorno.
Volvimos de nuevo al principio
con el privilegio de haber podido observar, en nuestro tiempo, estas
construcciones milenarias capaces de remover sensaciones mientras se les contempla.
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Es una hermosa publicacion.Es un buen trabajo de divulgación. un saludo.
ResponderEliminarGracias Lumy. La zona es muy bonita y merece la pena coonocerla. Un abrazo.
EliminarMuy bueno,la fotografía preciosa,nuestra zona fronteriza es muy bonita,las Sierras que se divisan desde Los Dolmenes son El Naranjal y Sierra de Paja,Jola es el Caserío que nos separa de Portugal.Sin duda es la Ruta mejor conservada y mas accesible ,pero el total de Dolmenes encontrados en nuestra zona son 48,cerca del pueblo están los de La Barca,muy interesante ya que a pie de carretera se pueden ver tumbas escavadas en la roca ,dirección a San Pedro de los Majarretes,donde se puede leer un curioso testamento escrito en época moderna en la roca.
ResponderEliminarGracias tu blog,muy interesante divulgativo y bonito..Saludos desde Valencia de Alcantara-El Jiniebro
Muchas gracias a ti por ampliarnos la información. Es una zona muy interesante y nos gustó recorrerla. Volveremos, sin duda. Un abrazo.
EliminarY ese maravilloso acueducto... de posible origen romano aunque su configuración actual no lo sea. A mí el acueducto de Valencia me encanta... y esa maravillosa zona de El Molino de la Negra...
EliminarA ver si la próxima vez que vaya puedo hacer la ruta del Molino de la Negra. Gracias por recordármelo!
EliminarUna información bastante detallada y útil, como guía para facilitar a los que no conocemos en vivo y en directo la zona. Pero coincido en una cosa que comentas, cuando se observan estos restos arqueológicos uno se siente casi en la obligación de pensar en los orígenes del hombre y en el recorrido que hasta hoy día se ha hecho y máxime cuando la información nos la traes de la mano con esas magníficas fotos para no perderse y mapas sobre lo que en teoría cada construcción tenía. Un artículo muy bueno, felicitaciones. Saludos!!
ResponderEliminarHola! Si alguna vez pasáis por Mérida, podéis visitar el dolmen de Lácara (a pocos km de Mérida). El dolmen en sí es bastante impresionante y está en un entorno muy bonito, una dehesa y luego un prado hasta llegar al arroyo de Lácara. En primavera es una pasada.
ResponderEliminarEl paseo lo tiene todo: un entorno precioso, unos monumentos sorprendentes y la oportunidad de reflexionar sobre nuestros orígenes.
ResponderEliminarSaludos ;)
Me alegro que os haya gustado. Gracias por pasaros por aquí a dejar vuestros comentarios y ampliar información.
ResponderEliminarSalud!!
Me encantan estas construcciones, parecen hablar a gritos de un pasado misterioso, precioso paseo, gracias Con Autocaravana
ResponderEliminarGracias a tí por tu comentario. Un abrazo!
EliminarGracias. Voy a recogerlo!!
ResponderEliminarLas plantas Falaguera, los animales Mardá, los arboles y lugares Ânima, fueron altamente apreciados por las generaciones humanas de nuestros milenarios antepasados, pues consideraban que poseían una singular realidad espiritual que los humanos no no lograban alcanzar. Pero de ser enterrados o incinerados en ellos tal cosa era bendición máxima.
ResponderEliminarEsto obliga a los descendientes de los personajes destacados, les obliga a enterrar a sus mayores en aquellos lugares que poseen la gracia espiritual de la Madre Tierra, la gracia espiritual de los animales, la gracia espiritual de los arboles y en especial de los lugares, gracia universal.
Gracia que hoy aun se puede apreciar señalada precisamente por estos Términos o monumentos de piedra que nos los indican.
El problema que tenemos los humanos en la actualidad , no es otro que el haber vivido 2000 años negando la realidad natural. Lo que hace que hoy no seamos naturales para sentir, ver, ni siquiera apreciar la gracia de estas cosas.
Y menos mal que aun existen personas que nos recuperan la memoria de los lugares y las cosas, la respetan, y la muestran.
Menos mal. Gracias.
So. Andrés Castellano Martí.
Gracias a ti por compartir tus conocimientos sobre las creencias de los antepasados. Es un tema que desconozco y que amplia la información.
ResponderEliminarSaludos
Muy interesante...Gracias por compartirlo.Un saludo!!!!
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